Por: Randy Perdomo García*
San Carlos y San Severino de Matanzas …
me vuelvo tierra parida
y madre de todo el mundo …
Carilda Oliver Labra
La Violeta Combate
Me aposté sobre las ruedas
en medio de una calle y el ciclón
bajando por los principios
y chiflados gritos
no tengo mis manos,
ni en Salamanca y Compostela
repentina naturaleza
de volcarse mis deseos.
Me desarmas en la frente
en el ciclo anual y quiero regresar
a la recolección de la mala hierba.
Me he visto al gesto de los linieros
desarmando, apostando,
ofreciendo asfalto al estornudo
Son levemente verdes las semillas,
Milanés, Contreraras o Vigía
que quitan el descuido.
Me salvan los puentes,
el golpe del río
los ojos que parten
y regresan con el Sauto,
Yumurí, San Juan y Canímar.
En las alturas de Pastorita,
en Versalles o la Playa
San Carlos y San Severino
te nombran al encuentro.
Y si acudes a Tirry o a Pueblo Nuevo
puedes con el destello
encontrar a la novia recitando
“no me canso, no me hundo,
destilo un beso profundo, salvo el odio, curo herida;
me vuelvo tierra parida
y madre de todo el mundo”
Me soy levadura
en los tres siglos
que pasan y se desnudan
desembocan al sobreviviente
loco, romántico y poeta
a la ciudad de los territorios.
*Randy Perdomo García. Joven escritor cubano, licenciado en Filosofía Marxista Leninista por la Universidad de La Habana, expresidente de la Federación Estudiantil Universitaria en la Universidad de La Habana