Por: Randy Perdomo García*
Me negocio un asiento,
Y vuelvo a los arrecifes
en medio del mar y el paisaje,
ayúdame a entender la pierna y
las sombras de mi articulación
que se me han perdido.
Disipada como las sombras…
Justo detrás, la piel y las luces,
ropa y oscuridad, las costas de tu mirada,
agitas la cara, y es como si te iniciaras,
con los labios… los ojos…
el azul del mar… el verde…
la victoria
de tus hojas y así,
reside el deseo…
se iluminan…
se marchan los vagabundos.
He vencido el sol de la acera
Caen las sombras, las penas sobre los barcos…
deja el tiempo, un esquina en la noche, un espía
y el silencio de la calle: solo eso llegaría.
Ayúdame en la necesidad de la oscuridad
*Randy Perdomo Garcia. Joven escritor cubano, licenciado en Filosofía Marxista Leninista por la Universidad de La Habana, expresidente de la Federación Estudiantil Universitaria en la Universidad de La Habana