Por: Redacción
Sin duda la salida masiva de ciudadanos venezolanos, que huyen ante la crisis en su país es una de las migraciones colectivas más importantes de las últimas décadas (según datos de la ONU 2.3 millones de venezolanos han dejado su país), Estados vecinos como Colombia han abierto sus puertas y hasta han dado garantías en educación y salud a un importante número de migrantes; en tanto, Perú había abierto sus fronteras al no exigir pasaporte a los miles de venezolanos que cruzaron la frontera, disposición que terminó a las 00:00 horas del pasado sábado.
Miles de personas lograron cruzar a ese país gracias a que el viernes, Ecuador suspendió la disposición de exigir pasaporte a estos migrantes, documento que es prácticamente imposible de obtener tanto por la situación política, como por la falta de papel en Venezuela; sin embargo, la autoridad aclaró que solicitará a los migrantes un “certificado de validez de la cédula de identidad emitido por un organismo regional o internacional reconocido por el gobierno del Ecuador” o con el documento “debidamente apostillado”.
Ante esta nueva imposibilidad muchos venezolanos decidieron permanecer en Ecuador.
Por su parte, la jueza ecuatoriana Judith Naranjo, dio un plazo de 45 días al Ministerio del Exterior de ese país para que instaure medidas humanitarias de contingencia ante esta ola migratoria.
El portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Joel Millman, señaló: “Esto está acercándose a un momento de crisis que hemos visto en otras partes del mundo, particularmente en el Mediterráneo”, también urgió a los gobiernos a dar fondos y recursos materiales para ayudar a los migrantes.
Asimismo, el portavoz de ACNUR (organismo de Naciones Unidas encargado de brindar protección a refugiados y desplazados), Andrej Mahecic, reconoció que los países han hecho esfuerzos notables, pues la ola migratoria ha colapsado a los servicios fronterizos.