Parte 2
Por: Randy Perdomo García
“… El viaje que
cuando se devuelve a su sitio
entrega al dolor
sus sangrías.…” [1]
Ya mañana, se anotarán las raíces, semillas tiernas tuyas. Ser semillas tiernas puede tenerse complejas: los ojos te regresan, las sierras tejen y tus letras guardan.
IV
¿Aceptas fantasear un aprendizaje? La estatura de tus islas, espacio en los labios como aldea y puerto desconocido, mapas de aprendizaje en las piernas, llegada de los dedos cuidados como visitantes, las sílabas de tu espalda en el aprendizaje de los dialectos. Confunden los molares con las zonas de mi cuerpo.
Unas salvajes, otras dóciles que me siento víctima. Mejillas asesinadas, manos acribilladas, y la piel pernoctando sin oscuridades.
Mala hierba, cuando caiga el semen buscado en los temores de una raza. Sólo vuelve en el verde que yo seré raza, sin negro.
V
del comunismo, notables universales,
de los rancios abstraídos, del ser o el pensar,
del existir y no ser,
de las categorías y leyes,
de los sujetos y anarquías,
de las reformas y revoluciones,
de especular y no decir,
de divagar y no sentir,
tantos folios limonados,
que, oxidadas las manecillas de sus clamores
me fui al pueblo, sin el país .
VI
¿Qué entiendes por ellas?
casi creo, que son de las huellas al fuego
[1] Portante, Jean: El trabajo del pulmón, Antología personal, Editorial Arte y Literatura, 2016, pág. 203