Por: Randy Perdomo García
Sin bolsillos
ni de los olvidos de los papeles
y las descargas del celular,
pero hay amores en los oídos
que me hacen sordo y
censuran otras fisonomías.
Corro el riesgo de la represión
de mis anteojos,
de los ruidos sin las espumas del mar
y el cansancio del sonido de las heridas,
por favor no quemen mi cuerpo
en esta noche de las cordilleras en toque de queda
y la piel que espera en esta cercanía
que la prensa reporte:
estudiantes en la central,
corremos y olvidamos por qué calle estamos,
¡Ay del adiós! que no besa el cuerpo
y se entrega para el regreso del calor de otro cuerpo